Era aproximadamente las 10:20 de la noche y después de un día laboral bastante estresado por fin estaba llegando a casa, al abrir la puerta del antejardín vi a mi negrito enrolladito frente a la puerta de la casa, yo lo empecé a retar porque asumí que una vez más uso sus garras y abrió una ventana para salir, pero él no se movió, no maulló y ni siquiera abrió un ojo,
…lo quede mirando fijamente, se me apretó el estomago y quede helada…
Lo tome en brazos, al levantarlo sonó un chillido, revise si reaccionaba, y entonces vi el piso lleno de saliva, lo moví, le hable, puse mi oído en su corazoncito y no se escuchaba nada, finalmente me senté con él en brazos y me puse a llorar, me di cuenta que el chillido era el aire que tenía en su guatita que se escapó al levantarlo, aún estaba un poco tibio y lo único que pude pensar era que él trato de aguantar hasta que yo llegara del trabajo... pero ese día me demoré mucho .
Habitualmente yo llegaba entre las 9:50 y 10:00 hrs de la noche, ese día la ruta se hizo más larga debido a que subió gente nueva y modificaron el recorrido
...¡No alcance a llegar!, ¡No alcance a llegar! era lo único que pensaba…mientras lloraba con él en brazos, estuve más de una hora sin entrar a la casa, no tenía veterinaria cercana donde ir, ni a quien llamar.
Cuando finalmente entre a la casa busque una caja y lo puse ahí, y deje la caja en el patio, cada 20 min aproximadamente volvía a ver si ya estaba despierto o para hacerle cariño, volví a meter la caja a la casa, luego otra vez la saque al patio, no sabia que hacer, lo volví a tocar su cuerpo ya estaba frio, y yo no paraba de llorar, esa noche no dormí llore toda la noche pensando ¡que paso¡ . llego la mañana siguiente y me levante en piloto automático era cerca de las 6 de la mañana cuando ya estaban pasando por mi para ir al trabajo, todo ese día tuve un nudo en la garganta, me aislé del equipo de trabajo, me puse audífonos y solo salí de mi escritorio para ir a almorzar, lo único que hice fue enviar un mensaje a una amiga para ver si tenia una pala para cavar en el patio y enterrarlo ahí, en casa, conmigo.
Al llegar del trabajo fui por la pala donde la hermana de mi amiga ya que ella vivía en la misma calle que yo, cuando me pasa las herramientas me comenta que había un vecino tirando veneno pero no sabían quién era… yo no soy de hablar con los vecinos y por lo mismo nunca me enteré de eso.
A pesar que yo evitaba dejarlo salir, él siempre encontraba la forma de abrir una ventana o incluso la puerta del patio para salir a recorrer un rato las casas
No tenia ganas de hacer vida social así es que tomé la pala, una picota que me prestaron y me fui a casa, cavé un hoyo en la entrada de la casa, tome la cajita la puse en la tierra, me quede viéndolo un rato y haciéndole cariño por última vez, cerré la caja y me tome mi tiempo para empezar a tirarle tierra…en todo ese proceso solo lloraba y lloraba, no puedo describir cuanto me afecto su partida, era mi partner, cuál de los dos más idiotas, pero nos acompañábamos, algunos días yo lo tomaba y me lo comía a besos hasta que él salía arrancando, pero al minuto volvía para repetir el ataque de besos.
Si bien es cierto, le Conte a mi familia y amigos lo que había pasado me falto sacar lo que sentí ese día, la mayoría no entiende que perder un peludito pueda doler tanto, dicen “que pena”, pero piensan que al segundo día uno ya lo olvido, y si andas triste o de mal humor jamás entienden que es que aún uno esta procesando la partida del peludito, se olvidan que es un duelo lo que uno debe vivir, y como todo duelo no se pasa de la noche a la mañana
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