La verdad es que Agustín no es el primer peludito felino que tengo, de hecho es el segundo, un día cualquiera de trabajo llego un machito medio siamés a la puerta de mi departamento, yo estaba saliendo muy temprano a trabajar y al abrir la puerta para salir a tomar el minibús que pasaba por mí, encuentro un gatito sentadito, mirándome y maullando, yo solo atine a decirle… “ y tú , déjame pasar que voy al trabajo”… y me fui, al volver a casa me di cuenta que no andaba por ninguna parte, al día siguiente paso lo mismo el gatito volvía a estar a la salida de mi departamento, esto continuo pasando de martes a viernes y sólo lo veía en la mañana esto hizo que yo estuviera pensando en eso toda la semana, al llegar el fin de semana fui al supermercado y compre comida para gato, por si acaso volvía la visita, durante el fin de semana no lo vi ni una vez, al llegar el lunes y salir a trabajar ¡ahí estaba otra vez! Y me miraba salir, el martes eche comida en un pocillo y agua en otro, al salir abro la puerta y ¡¡¡chaaannn!!! Ahí estaba otra vez, así es que saque los pacillos, los puse al costado de mi puerta y me fui a trabajar y él se quedó comiendo, cuando volví del trabajo otra vez no estaba, esto ocurrió igual toda la semana menos el viernes, ya que al llegar él estaba afuera esperando, así es que lo tome y lo entre, sin tener idea de cuidar un gato …pero era el gato mas dócil de la vida, hasta lo bañe y le corte el pelo yo misma y nunca me rasguño, era muy regalón, alcance a vivir con él como 4 meses hasta que me lo atropellaron